FAMILIA UNIDA

Damos de comer escorpiones
a nuestros hijos?

Mf. Mauricio Guinea Olivares, Director
Movimiento para la Prevención de Adicciones

Los Doberman son una especie canina que puede llegar a vivir hasta 22 años, siempre y cuando tenga el debido cuidado por parte de su amo, caso contrario su expectativa de vivir puede verse reducida a mas o menos 12 o 14 años. Casi un 33 por ciento menos, dicho en otras palabras, el referido “chucho” va a morir mucho más pronto.

Hay casos en que alguna persona le ha dado de beber licor a una Lora con la intención de que suelte la lengua y se vuelva una adorable mascota parlante y al final resulta que el pobre pajarraco termina convertido en un animalito alcohólico, aunque por supuesto, la dueña nunca tuvo la intención de hacerle ningún daño a la Lorita.

Por desconocimiento, por curiosidad o por consejos no adecuados, muchos propietarios terminan haciéndole daño a sus queridas mascotas, y eso que ellos representan un ser al que toda la familia le tiene un gran cariño, todos los quieren, los niños lloran y sufren cuando estos mueren, algunos adultos sufren el duelo, les toman fotos y películas, duermen con ellos, o sea que son seres especiales dentro de la casa.

Aunque no se trata de hacer una comparación con los seres humanos, la situación puede ser similar, entre menor sea el cuidado que tenemos de si mismos, menor es la expectativa de vida que tendremos. Y a que viene esto?. Bueno, la idea es enfocar el cuidado que tenemos de nuestros hijos.

La Biblia dice: Quien daría de comer escorpiones a sus hijos?. Esto nos hace suponer que todos los padres tratamos de evitarles cualquier daño y procuramos darles lo mejor. No dudo que la mayoría les brinda los cuidados que cada quien considera adecuados, en cuanto a salud, alimentación y educación. Pero que sucede con la formación moral que les estamos estructurando? Lo que será la base de lo que llegaran a ser sus hábitos o sus costumbres en el futuro?. Recordemos el refrán que dice: Gallina que como huevos, ni que le quemen el pico. Esto significa que una costumbre mala o buena, nos acompañara el resto de la vida y su modificación es sumamente difícil.

Relacionado a los principios morales: Que les estamos modelando?. Existe el abuso del alcohol dentro del grupo familiar?. Le prestamos la debida atención sus actividades?. Le estamos enseñando que las drogas son dañinas?. Los oímos o los escuchamos?. En fin, podríamos continuar con una larga lista de interrogantes. Pero lo que intentamos es lograr una reflexión sobre lo que como padres estamos haciendo en bien o en mal de nuestros hijos.

En mal de nuestros hijos???. Si, en mal. Ya que por desconocimiento, los mayores desarrollamos una buena cantidad de actividades que resultan ser dañinas para los niños y los jóvenes. Por ejemplo: Usted padre de familia, acostumbra a llevar a sus amigos a su casa para beber licor y divertirse en el fin de semana?. Usted madre de familia, fuma delante de sus hijos?. Están enterados del comportamiento del muchacho en la escuela?. Platican frecuentemente y de manera amigable con ellos?

Como podemos apreciar, existe una amplia gama de acciones que por nuestra omisión pueden estar gestando un sentimiento de dolor y de abandono en los pequeños; sentimiento que luego buscara una forma de escape, lo que en la mayoría de los casos no es un escape de naturaleza positiva. Y si a lo anterior le agregamos los “sabios consejos” de algún amiguito que también pueda estar sufriendo por la violencia o el abuso intra familiar, vamos a obtener a un muchacho resentido, rebelde, iracundo, desamorado, etc. etc. etc. y esto... NO NOS VA A GUSTAR.

Aunque el joven tiene una buena parte de responsabilidad sobre sus actos, también los mayores somos los directamente responsables de lo que le hayamos enseñado desde su infancia. Aquí se cumple fielmente aquello de “Lo que siembras es lo que cosecharas”. Por supuesto, quien siembra tormentas, cosechara tempestades.

Y si el caso es que el joven escoge la vía del alcohol o las drogas para lograr “su alivio” también es cierto que todos los demás miembros del grupo familiar se convertirán en codependientes y tendrán que sufrir las consecuencias de sus actos o de sus omisiones. Sin embargo, la buena noticia es que podemos contribuir a evitar que ese futuro se vea sombrío. De que manera?. Pues empecemos por conocernos mejor y a perdonarnos a nosotros mismos, para luego poder perdonar a los demás. Luego hay que tomar la decisión de cambiar esos hábitos no adecuados por otras actividades edificantes y constructivas.

Que me resulta muy aburrido? Puede ser verdad, pero de lo que estamos hablando es de la vida y del futuro de sus hijos, así como también de la manera en que usted va a vivir su vejez. Con tranquilidad y satisfacción o con angustias, temores y la frustración de ver a nuestros muchachos convertidos en unos alcohólicos y drogadictos. Muchachos que han perdido su deseo de superación, que han perdido la perspectiva de llegar a hacer cosas buenas en su futuro.

La prevención de las adicciones se puede aprender, se puede llegar a conocer cuales son las causas que inducen a la gente a convertirse en un guiñapo humano, podemos aprender a actuar responsablemente en nuestro papel de padres. Podemos aprender a como bien crear a los niños, y para eso estamos aquí, con el Movimiento Familiar para la Prevención de Adicciones, estamos llevando información de los riesgos y peligros a que nos enfrentamos cada día, y la forma en que debemos abordar estas circunstancias para lograr mantener a nuestra familia... LIBRE DE ADICCIONES.

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